Cine vs. Vida real: Cómo enfrentar una pateadura de ass

En materia de cine y películas "joligudenses" (que me perdonen mis profes y todos los años de lingüística inglesa que tengo en el cuerpo), debo decir que soy una ignorante de mierda. A decir verdad, gracias a mis problemas de concentración me llaman más la atención los cortometrajes y las películas de acción. Me es imposible estar tres horas viendo enanos patones en un escenario nórdico o un inglés con poderes mágicos en plena pubertad. 

Es por eso que en un día de lluvia como hoy prefiero ver algo ligerito y sin mucho contenido. La elección  número uno entonces es una "comedia romántica" y mejor aún una con protagonistas tontis. Te dan risa, vergüenza ajena, en ocasiones pena por la desgraciada, e incluso aún cuando no quieras admitirlo, te identificas porque alguna vez también te sentiste o te hicieron así de lesa. ¿Ejemplos? "Diez cosas que odio de ti", "El diario de Bridget Jones" o "Legalmente Rubia". Estas tres películas tienen tramas completamente distintas pero un denominador común: El amor, un quiebre amoroso y cómo comenzar de nuevo y no morir en el intento. 

Cuando pensamos en películas yankees, nuestra imagen mental de la mina a la que recién le dieron la PLR (no es Pilar Labra Rojas, es Patá en La Raja) es esta: Una mina en pijama con los ojos como mapache, el pelo hecho un desastre, y atragantada con 1 kg. de helado artesanal a cucharadas viendo películas románticas en blanco y negro mientras los subtítulos en coño te dan a entender que así pasó por dos semanas. En resumen: Hecha bolsa. Como dice don Joaco Sabina "Porque el amor cuando no muere mata" y uno con el corazón dolido se siente morirsh. 

Pero Hollywood es sabio y nos deja una lección con cada una de sus películas protagonizadas por minas hermosas que intentan caracterizar a una pelafustana común y corriente. Como ya nombré tres películas anteriormente, estas mismas son las que utilizaré para definir la parada que usted señorita puede escoger a la hora de ser despachada por la tiranía del desamor o en su defecto, los cuernos que le pusieron sin usted darse cuenta: 

1) 10 Cosas que odio de ti: Volverte una máquina sin sentimientos HASTA que llegue el que te demuestre lo contrario. En la película, esto termina bien pues la chiquilla ruda cae rendida a los pies del también busca pleitos del curso que al principio tenía que enamorarla por una apuesta (?). Un contexto super gringo y weon. La romántica lección de la fábula sería el ver más allá de las apariencias (Heath Ledger, wachito rico) y sacarte la chaqueta anti-flechazos de amor cuando llegue el loco que te mueva el piso sin el miedo a ser nuevamente herida. 

2) El Diario de Bridget Jones: Odio esta película pero la he visto mil veces gracias al auspicio de mi querida mamacita. La lección es, pone ojo al charqui y se más intuitiva a la hora de escoger entre dos machos recios peleando por tu amor. Nuevamente, no te dejes cegar con la chantería barata del típico charlatán que se cree más bacán que el resto solo por tener buena facha. El weon que se come su orgullo de hombre nacido y criado en una casa machista para decirte lo mucho que te ama, ESE vale la pena. 

3) Legalmente Rubia: Finalmente tenemos la historia de la chica rubia estereotipada como tonta weona que por su afán de seguir a su pololo donde sea, consigue volver posible lo imposible y entra a Harvard a estudiar Leyes con los cerebritos del país. El pelotudo pololo avergonzado por su aspecto y actitud de Barbie Diva, la rechaza. ¿Qué ocurre? La loca se vuelve la mejor de la clase y le demuestra a él y al resto que nadie debe de subestimar a una mujer como ella. Idola total. Y para rematar, sale con distinciones, pega asegurada y mino. Hazte esa, María Teresa como dice un amigo. 

Y si es que usted cree que a mi no me ha pasado nada de esto, déjeme decirle que está muy equivocado. Me patearon unas seis veces y siempre fue así: 

-Un día entero acostada llorando como si fuese una máquina de hacer lágrimas y mocos. Ew.

-Un día entero siendo la versión femenina del "Caqui" de "¡Qué pena tu vida!" gritándole al mundo que el weon me cagó la vida.

-Una semana en el Cairo quedando chopi'. Sin duda la parte más divertida, lo malo es que mis zapatillas y mi ropa eran la evidencia de mis penas de amor. 

¿Y después? MOVE ON pue'. Porque si hay algo que ayuda a una persona egocéntrica como yo, es que te miren a huevo. Más ganas de taparle la boca al mundo te dan. So, thanks dear!

Así es que la conclusión del día de hoy es, está bien llorar y sentir pena por el amor que acaba pero no por eso echarse a morir. La vida no gira en torno a un pi hombre, mucho menos te va a definir como mujer. Por tanto arriba esa frente y en vez de andar llorando por los rincones, hágase un favor a usted misma e intente ser LA MEJOR cada día de su vida por USTED. La vida se hizo para pasarla bien, no pa' andar llorando. Buenas noches los pastores.